miércoles, 21 de octubre de 2009

En otras ocasiones la prosopopeya o personificación se aplica a cosas incorpóreas o abstractas, e incluso puede permanecer oculta hasta que se descifra el sentido alegórico del texto literario. Así, por ejemplo, en el poema “Vino, primero, pura” de Juan Ramón Jiménez, que incluimos en la antología; sólo al final del poema se nos comunica que la “persona” a la que se aludía durante todo el poema es en realidad la “poesía”:

No hay comentarios:

Publicar un comentario